¿Nunca habéis perdido la paciencia intentando aparcar vuestro coche en el centro de una gran ciudad? Ésta que os comento parece una misión imposible. Cada día, muchísima gente se deja un montón de tiempo en intentar aparcar en zonas como esta. El agobio y el estrés que ello supone devienen en multitud de problemas, desde los que implican comenzar cabreado la jornada laboral hasta los que tienen que ver con los nervios y el cansancio al volante.
Eso por no hablar del dinero que nos dejamos en estacionar nuestro vehículo durante un número de horas determinado en un sitio concreto. Esto nos puede suponer la más absoluta de todas las ruinas y encontrar algo más económico se entiende entonces como algo muy necesario.
Hace poco tiempo me tuve que marchar a vivir a Barcelona por motivos de trabajo. Esto suponía un gran paso para mí ya que, a pesar de haber vivido en una gran ciudad como también lo es Madrid, la Ciudad Condal me enamoraba más y me ofrecía un futuro mejor en ese ámbito laboral. Sin embargo, sabía que el problema del aparcamiento lo seguiría teniendo sí o sí.
Efectivamente, mis temores se confirmaron durante las primeras semanas de trabajo. Perdía mucho tiempo en encontrar un hueco para el coche, aparcar y acudir a la oficina. Además, cuando llegaba siempre lo hacía cabreado a causa de los nervios y la presión a la que te somete el saber que llegas tarde a tu puesto de trabajo. Pero ahí no acababan los problemas porque, uno de aquellos días, al marcharme a casa, descubrí que el coche estaba rayado.
Era evidente que algo tenía que hacer. Necesitaba mucho tiempo para aparcar y además los sitios en los que lo hacía no eran seguros. Comenté mi problema con uno de mis compañeros de trabajo mientras tomábamos un café en nuestro periodo de descanso y me dijo que quizá debería echarle un vistazo a una página web llamada www.parkingcentrobarcelona.com, un parking barato en Barcelona centro. Así lo hice, descubriendo de esta manera una posible solución a mi problema.
Al parecer, el recinto se componía de unos 1.000 metros cuadrados y se encontraba vigilado por cámaras de seguridad. Hasta ahí me convencía la propuesta, pero quedaba por ver qué tipo de precios tendría dejar allí el coche mientras durara la jornada laboral. Una vez me hube informado de ello, no me quedó duda alguna. Los precios eran asequibles (mucho más baratos que en cualquier otro parking que hubiese conocido en la ciudad e incluso en Madrid), así que comencé a aparcar allí mi coche durante las jornadas de trabajo.
Fue un acierto desde el punto de vista económico y desde el de la seguridad, ya que no he tenido ningún incidente más con el vehículo. Me encuentro muy seguro con el coche aparcado allí y eso no se paga con dinero.
Barcelona, entre las ciudades con más problemas para aparcar
Desgraciadamente, mi nueva ciudad es una de las urbes en las que más cuesta estacionar el vehículo, como se desprende de este artículo del diario ABC. Así lo ha sido durante los años 2015 y 2016, donde también Madrid, Cádiz o Valencia aparecen como las más problemáticas.
Ni que decir tiene que, si ya cuesta aparcar el vehículo, no vamos a encontrar a nadie que se encargue de su seguridad. Eso está claro y por ello valoro el parking en el que he conseguido aparcar de manera cómoda mi vehículo en una ciudad como Barcelona. Sitio, seguridad, vigilancia y a un precio que es asequible. ¿Qué más podría pedir?