Nuestro país es uno de los más visitados, año tras año y es que, entre nuestras fronteras, todos aquellos foráneos que se acercan hasta nuestra tierra pueden disfrutar de un sinfín de manjares que les harán la boca agua y que tienen como máximo exponente nuestra dieta mediterránea, una de las más conocidas internacionalmente. Sin embargo, esta no es la única delicia ya que a ella le tenemos que sumar la paella, nuestras carnes, nuestras legumbres… en definitiva un gran número de platos que se convierten en sí mismos en una razón más que importante para que vengan. Pero además de ella, las playas, el clima, nuestra historia, los enclaves únicos… todo ello suma un gran atractivo para que venga la gente de fuera, pero… ¿Por qué no aprovechar nosotros también algunas de nuestras jornadas de ocio para conocer un poco mejor nuestro país? A continuación, os queremos proponer una opción diferente y divertida para que gocéis de vuestro tiempo libre mientras os empapáis de cultura y ocio a lo largo y ancho de toda la geografía de nuestro país y que tanto gusta en el mundo entero.
Para comenzar de buena forma esta ruta que os queremos proponer, el primer paso que debemos de dar es acudir a Car rent Milladoiro para alquilar uno de sus lujosos vehículos con el que dar inicio a esta ruta de ensueño que, aprovechando que están en Santiago de Compostela, comenzaremos por Galicia. En esta comunidad autónoma podremos disfrutar de un sinfín de parajes de ensueño que van desde la costa más abrupta, como lo es a costa da morte, hasta los más bellos enclaves de interior como los que podemos encontrar en el cañón del Sil, en las provincias de Ourense y Lugo y que, además, busca ser patrimonio de la humanidad. Pero más allá de la costa y el interior, lo cierto es que en Galicia podemos disfrutar de una de las culturas gastronómicas más interesantes mientras visitamos alguna de sus ciudades romanas que tanta historia guardan con el paso de los años.
Si salimos de Galicia por la costa norte nos encontraremos con Asturias, una de las comunidades más bellas de nuestro país y en la que los paisajes verdes y montañosos son la postal que nos recibe, con independencia de la época del año en la que vayamos. Un paisaje que también nos acompañará por Cantabria, donde podremos hacer un alto en el camino en Cabárceno para disfrutar de las bondades que nos ofrece la naturaleza. Tras la comunidad cántabra llegaremos al País Vasco, donde la gastronomía vuelve a esperarnos con los brazos abiertos para mostrarnos algunos de los manjares típicos que tanto gustan a locales y visitantes.
Desde Euskadi podemos dar un salto a la costa este de nuestro país, concretamente a la que baña el mar Mediterráneo y que tiene en Cataluña su primera parada. Una comunidad autónoma en la que, al igual que en Galicia, podemos disfrutar de su paisaje de interior para después darnos un paseo por las playas que bañan las aguas calmadas del mar. Además, esta es una zona de las más visitadas por los turistas cada año, es por ello por lo que cuenta con un sinfín de servicios que satisfarán todas y cada una de nuestras necesidades.
Tras Cataluña llegaremos a la Comunidad Valenciana, donde pondremos fin a esta ruta para disfrutar de las playas de la Costa del Azahar, las cuales nos esperan con los brazos abiertos para que gocemos de la buena temperatura de sus aguas, así como de las fiestas típicas de la zona que nos permitirán integrarnos en el día a día de la gente local.
Las islas Baleares, otro de los imprescindibles en nuestra ruta
Si bien es cierto que es más complicado que lleguemos hasta ellas con nuestro coche, lo cierto es que no es imposible y es que, aunque todavía no hay un puente que conecte Valencia con Mallorca, como versaba la canción, la realidad es que podemos subirnos a un ferry que nos lleve hasta la capital de las Baleares, Palma, para poder disfrutar de los enclaves de ensueño que nos ofrecen estas islas. Andratx, Port Portals, Pollença, Ibiza, Formentera, Menorca… son solo algunos de los puntos más emblemáticos de las islas y son, quizá, los que más visitas reciben en cada una de las temporadas altas y es que su gente, su cultura, su fiesta y su gastronomía los hacen ser irresistibles.