Los bienes de limpieza, imprescindibles en bares, restaurantes y hoteles

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¿Qué es lo que más valoráis de un bar, restaurante u hotel al que vais? Por regla general, todo el mundo suele coincidir bastante en este tipo de cosas. Solemos poner en valor que las bebidas y comidas sean de calidad, que el trato de las personas que trabajan en esos sitios sea amable, que el precio no sea demasiado caro y que, además de todo eso, la decoración del lugar sea no exagerada, pero sí curiosa y agradable. Con estos mimbres, un bar, restaurante u hotel (en este caso también hay que valorar cómo son las habitaciones) tienen mucho ganado para atraer a la gente.

Hay un factor que debemos tener en gran consideración en este sentido, pero del que probablemente se nos olvida hablar cuando mencionamos las tres o cuatro cosas que ya hemos dicho. Hablamos, como no podía ser de otra manera, de la limpieza o la higiene, que juegan una importancia realmente grande a la hora de conseguir que el sitio sea agradable y que esas comidas y bebidas que mencionábamos sean de calidad. Podemos fallar en algunas cosas, pero como el error más grave de nuestro establecimiento tenga que ver con la limpieza o la higiene, os podemos asegurar que nadie va a confiar en nosotros. Y lo mismo da el sector al que nos dediquemos, los años de experiencia que tengamos o la imagen anterior que tuviéramos.

En una gráfica publicada en el portal web Statista se informó del gasto de los establecimientos hoteleros en España y su división por conceptos. El más importante de todos es el que tiene que ver con los productos alimenticios que después se cocinan y cuyo valor asciende a 387 millones de euros. El segundo concepto de más importancia es el que tiene que ver con la compra de productos químicos de limpieza o mantenimiento, que ascendió a 37 millones de euros. Esta es una buena prueba de que los hoteles tienen en la limpieza y la higiene una de sus máximas obligaciones, algo que resulta muy similar en bares y restaurantes.

Los hoteles, bares y restaurantes siempre han sido negocios que necesitan reservar una partida en sus presupuestos anuales para productos de limpieza e higiene de todo tipo. Este tipo de negocios no solo vive de lo que vende, sino también de su imagen, y ya sabemos la importancia que tiene el ser limpios y mantener cuidadas nuestras instalaciones si queremos que esa imagen sea buena. Desde Chiwawap no solo nos han hecho saber que buena parte de su cartera de clientes la conforman negocios de este tipo, sino que, además, los responsables de estos negocios no escatiman a la hora de adquirir una variedad tremenda de productos para garantizar esa limpieza. Productos para el cuidado de las superficies, manteles, servilletas, productos anticovid o guantes son solo algunos de los que más destacan.

Más que un gasto, se trata de una inversión

Antes hemos hablado de los principales gastos que conllevan los negocios a los que nos venimos refiriendo a lo largo de todos estos párrafos. Sin embargo, conviene aclarar que quizá no haya que hablar de ellos como “gastos”, porque realmente se trata de inversiones. El dinero que empleamos en garantizar esa higiene y limpieza no solo se recupera rápido, sino que además también nos permite que la caja que realicemos cada día sea más y más amplia, que a fin de cuentas es el objetivo por el cual trabajamos y por el que dedicamos tantas horas todos los días.

Todo influye a la hora de decidir si nos encontramos cómodos en un lugar en el que estamos tomando algo o no. Y saber que estamos en un establecimiento donde la higiene es una prioridad nos tranquiliza mucho, máxime ahora que sabemos que este es un factor elemental a la hora de prevenir el contagio por coronavirus y evitar otras enfermedades que, a buen seguro, no van a traer buenas noticias para nuestra salud ni para la de quienes están a nuestro alrededor. No nos tenía que haber hecho falta una pandemia como la que hemos pasado para darnos cuenta de esto, a decir verdad.

Y eso por no hablar de las denuncias y multas que nos pueden caer por parte de la autoridad competente si no cuidamos de las cosas de las que hemos venido hablando a lo largo de este artículo. Imaginaos que una inspección de Sanidad cierra un determinado bar o restaurante por deficiencias en lo que respecta a su higiene. ¿Volveríais a visitar ese establecimiento? La respuesta está clara tanto por parte del cliente como por parte de la persona que ha dirigido ese negocio.