Nadie mejor de uno mismo para saber lo que necesita su propio negocio para maximizar sus puntos fuertes y minimizar aquellas carencias que pueda tener. Es el propio empresario o empresaria quien es consciente de la naturaleza de su empresa y de los límites que puede alcanzar. Pero es cierto que, a veces, es de una gran importancia que haya voces desde fuera que se encarguen de emitir consejos o de realizar ciertas gestiones que el empresario no podría desarrollar a causa del gran volumen de trabajo que maneja en su día a día.
Esto es especialmente importante cuando la entidad de la que estamos hablando es una pequeña o mediana empresa, que no cuenta con tantos recursos y tantos personales como una gran entidad para resolver todos los asuntos que están ligados a la rutina habitual del negocio. En los párrafos que siguen, vamos a hablar de uno de los asuntos más importantes para garantizar la continuidad de un pequeño negocio y a los que todos los emprendedores deben agarrarse. Hablamos de las distintas subvenciones y ayudas que se pueden solicitar y que nos pueden ser concedidas desde un sector público.
Muchos emprendedores critican que el sector público no emite ayuda suficientes para las empresas. Pero lo cierto es que, por desgracia, hay muchas ayudas que emanan desde alguna organización pública y que son desconocidas para el sector empresarial. Es una situación con la que nos encontramos con independencia de cual sea el color político del gobierno de la institución que las promueva. Y, por supuesto, con esto no estamos criticando la labor de ningún empresario porque somos perfectamente conscientes del enorme trabajo que tienen a lo largo de cada día y que hace muy complicado que pueden estar informados del 100% de subvenciones que se sacan adelante desde alguna institución.
Una noticia publicada en la página web oficial del Ministerio de Industria y Turismo indicaba que el Gobierno había destinado un montante de 98’5 millones de euros para las pequeñas y medianas empresas, para entidades tecnológicas y para jóvenes emprendedores. Esta es solo una de las muchas partidas que salen a lo largo del año y a las que muchas empresas aspiran. Es cierto que es una misma empresa no va a obtener una ayuda económica por cada subvención que promueva el Gobierno. Eso sería injusto para todas las demás entidades. Pero sí que pueden conseguir el dinero en alguna de ellas.
También durante el año pasado y según otra web lanzada por el Gobierno y llamada Plan de Recuperación, se invirtieron un total de 220 millones de euros en dos líneas de ayuda para las empresas que desarrollaron su transformación digital o su sostenibilidad. Todo este tipo de iniciativas les vienen de perlas a las empresas que están intentando obtener ayudas para sacar adelante un plan en concreto. Obtener un dinero a través de una subvención ligada a cualquier tema puede ser vital para que obtengamos liquidez o para que obtengamos la posibilidad de dar un salto cualitativo en lo que respecta a la calidad de nuestros productos o servicios.
Es imprescindible que las empresas nos apoyemos en las ayudas que brinda el sector público para tratar de salir adelante y obtener posibilidades para desarrollar proyectos a corto, medio o largo plazo. Son muchas las subvenciones que el sector público otorga y el mayor problema que tienen las empresas es el de enterarse de que existen y si nuestra empresa reúne los requisitos para pedirlas. Los amigos de Avalon Subvenciones nos han hablado de varios casos reales de clientes que han pasado por esa situación y que han conseguido una subvención que les ha permitido afrontar proyectos más adelante.
- Los distintos gobiernos autonómicos, el Gobierno central de nuestro país y los diferentes ayuntamientos sacan todos los años ayudas para jóvenes emprendedores, conscientes de que mucha gente de menos de 30 ó 35 años no suele arriesgarse y montar una empresa por su cuenta. Muchos comercios locales normalmente solo se limitaban a pedirle ayudas a sus ayuntamientos, pero tenían la posibilidad de recurrir a subvenciones de otras instancias que han terminado pidiendo.
- Como decíamos más arriba, hay ayudas específicas que van destinadas a empresas que tienen como objetivo conseguir su transformación digital. Hay un montón de empresas en la actualidad y de todos los sectores que están tratando de montar una página web y de establecer su propia tienda online. Pues esas empresas también pueden pedir determinadas subvenciones.
- En un mundo que está cada vez más concienciado con el cuidado de su medioambiente, las distintas labores que tengan que ver con políticas verdes pueden verse recompensadas con ayudas económicas por parte de las distintas esferas de gobierno. No hay que perder de vista este punto porque es cada vez más importante.
- En lo que respecta al ámbito local, no os olvidéis de que hay muchas localidades y comunidades que favorecen mucho a las empresas que contratan a gente nativa de su territorio. De este tipo de ayudas se suelen servir muchas industrias.
No tenemos ni que decir que todas esas ayudas percibidas son de una importancia muy grande a la hora de cumplir con los objetivos que deseemos planteado para nuestro negocio al principio de un ejercicio económico, sobre todo si nuestro negocio es pequeño o mediano y tiene un colchón mucho más pequeño que las grandes empresas, que a fin de cuentas facturan millones y millones de euros al cabo de un solo año. Las pymes generan un enorme porcentaje de todos los puestos de trabajo que existen en el interior de una economía y hay que protegerlas a través de subvenciones como de las que estamos hablando a lo largo de todos estos párrafos.
España apuesta por sus empresas
Es bastante posible que, en un principio, la opinión que tengáis en relación a la frase que antecede a este párrafo sea completamente diferente y que penséis que el Estado no apuesta verdaderamente por las empresas que se encuentran en su territorio. Pero os diremos que España es uno de los países en los que más ayudas y subvenciones se otorgan de toda Europa en todo el mundo. En otros países, lo que se hace es legislar para que las empresas tengan una mayor libertad de movimiento en determinados ámbitos fiscales, laborales… pero la apuesta en España muchas veces va más por el tema económico, cosa que muchos negocios valoran y agradecen.
También debemos ser sensatos con las opiniones que se van formando en nuestra cabeza: como es lógico, el Estado no puede ayudar a todo el mundo y tiene que centrarse en aquellos negocios que estén más desamparados o que cuenten con más dificultades para conseguir sus objetivos. No se recaudan tantos impuestos en España como para otorgar ayudas a las decenas y decenas de miles de empresas que se encuentran en suelo español. Eso no quiere decir, por cierto, que no tengamos que intentar que nos den una ayuda y que rellenemos la burocracia necesaria para hacerlo.
El tejido empresarial es una de las grandes piezas angulares sobre las que tiene que girar la vida dentro de un territorio en concreto. Y tanto el Estado como las distintas instancias de gobierno lo saben. Por eso hay ayudas específicas para las empresas y por eso van a continuar existiendo estas ayudas por muchos años que pasen. Es algo que todo el mundo considera básico para que se siga generando empleo, siga habiendo consumo y, en definitiva, la rueda de la economía siga girando. Esto es algo que nos conviene a todos.
También pueden encontrarse en España algún tipo de ayuda que no sea económica y que beneficie el correcto funcionamiento y desarrollo de empresas de todo tipo. En muchas ocasiones, las empresas no solo necesitan dinero, sino encontrar la manera de hacer su trabajo de un modo más eficaz evitando alguna restricción existente. No siempre se podrá satisfacer aquello que requiera un tipo de empresa en concreto, pero el estudio de la posibilidad de hacerlo siempre será una realidad. El primer paso tanto para esto como para la proporción de ayudas económicas siempre ha de ser el diálogo y la comprensión mutua entre las partes. Cuando se parte de ahí, conseguir llegar a un acuerdo es algo que podemos decir que es mucho más fácil.
Debemos tener en cuenta que, cuanto mejor sea la situación en la que se encuentren las empresas de nuestro país, mejor va a ser la situación en la que nos encontremos los trabajadores y trabajadoras del mismo. Hay una relación directa entre la calidad de nuestra situación y la de los negocios que podemos encontrar a nuestro alrededor. Cuanto mejor sea la primera, mejor va a ser la segunda. Trabajando todo el mundo en la misma dirección se podrán conseguir objetivos comunes y todo será un poquito más fácil para todo el mundo. Evitando todo lo que implique disputas y peleas, estaremos evitando también el cortar nuestras propias alas.
