Cómo interpretar un ratio de endeudamiento

11038 (1) (1)

Uno de los mayores quebraderos de cabeza que puede sufrir un empresario, son las deudas. Aunque no se tengan, el hecho de que puedan producirse, genera una ansiedad inevitable para los empresarios. Conocer las posibilidades de endeudamiento es una de las mejores formas de evitar mayores problemas y minimizar las ansiedades futuras.

En el mundo financiero, existe un término que resulta fundamental tanto a nivel personal como empresarial, se trata del ratio de endeudamiento. Herramienta clave y sencilla que permite medir la necesidad de financiación externa (deuda) para mantener su actividad.

El ratio de endeudamiento, no es otra cosa que un indicador financiero que permite medir, la relación entre las deudas de la empresa y su activo. Con otras palabras, lo que indica es en qué medida está endeudada una entidad. De manera que se utiliza para poder evaluar el nivel de riesgo financiero al que está expuesta una empresa. Cuanto mayor es el ratio, es decir, más alto, más dependiente de una fuente externa para su financiación. Esto puede representar un riesgo, sobre todo si el manejo de las deudas, no es el más adecuado.

Por lo tanto, podemos decir que se trata de un factor de gran importancia para inversionistas, acreedores y la propia empresa, puesto que permite que se conozca la deuda existente para financiar las operaciones. Así como la vulnerabilidad que presenta una empresa en el caso de que se produzcan dificultades financieras, los inevitables cambios del mercado.

El exceso de deuda es una de las razones principales por las que cierran las empresas. Razón por la que contar con este tipo de indicador financiero, permite conocer la proporción de deuda de la empresa en relación con los activos disponibles. Teniendo esta información en la mano, es posible tomar las medidas adecuadas para evitar el endeudamiento excesivo.

Calcular el ratio de endeudamiento es fácil

Aunque pueda parecer algo complicado o de una complejidad absoluta, lo cierto es que el ratio de endeudamiento, se calcula de manera sencilla con una fórmula bastante básica. Desde Work Capital, expertos en financiación alternativa, nos explican que la fórmula en cuestión consiste en dividir la deuda total, por los activos totales y multiplicarlo por cien. El resultado es el porcentaje de endeudamiento:

Ratio de endeudamiento (%) = Deuda Total/Activos Totales x 100

El resultado obtenido es un valor que muestra la parte de los activos de una empresa que han sido financiados. Los pasos a seguir para calcular el ratio son los que siguen a continuación:

  • Identificar la deuda total: este dato es un número que incluye todas las deudas de la empresa, ya sean préstamos, hipotecas, deudas de tarjetas de crédito, etc.
  • Determinar los activos totales. En este caso se trata de sumar todos los activos que pueden ser propiedades, dinero en efectivo, inversiones, el inventario o cualquier bien con valor económico.
  • Dividir la deuda total entre los activos. Con esta sencilla operación, se obtiene como resultado el ratio de endeudamiento.

A modo de ejemplo, si una empresa tiene unas deudas que suman en total medio millón de euros y, sus activos, suman el millón, su ratio de endeudamiento es 0,5, lo que indica que el cincuenta por cien de los activos, están financiados con deuda.

Ante la pregunta sobre cuál es el ratio ideal para una empresa, lo cierto es que, aparte de cero y que no exista deuda como tal (algo muy difícil), no existe un valor límite exacto, cada empresa tiene un ratio diferente en función de su capacidad para generar flujo de caja en presente y futuro.

No obstante, por norma general, el valor ideal se sitúa entre el 0,4 y el 0,6. Cuando el ratio es superior, se considera que la empresa en cuestión, tiene demasiada deuda y se encuentra en el camino de la pérdida de autonomía financiera. En caso de que el resultado sea inferior, puede ser que la empresa cuente con exceso de capital propio. Aunque como decimos, esto puede variar en función de cada empresa. Por ejemplo, en el caso de las startups o nuevas empresas dedicadas a la tecnología, su cantidad de deuda inicial en los primeros años, suele ser muy elevada. Se encuentran en proceso de expansión y, por lo tanto, requieren de mayor financiación externa. En tanto que una compañía ya consolidada, requiere poca innovación, por lo que el nivel de endeudamiento, debe ser bajo.

Cabe señalar que el endeudamiento per se, no es malo ni bueno, se trata de algo esencial para el crecimiento empresarial en determinados casos. Endeudarse implica ventajas sobre otras formas de financiación, como el control, puesto que permite asegurar que el dominio de la empresa, corresponde al propietario, a pesar de que tenga deuda. Por el contrario, llamar a una aportación de capital por parte de los accionistas, puede hacer que varié la participación, lo que genera pérdida de control.

De cualquier modo, el endeudamiento conlleva riesgo, a mayor deuda acumulada por parte de la empresa, más riesgo de no poder hacer frente a sus obligaciones. Por lo que podemos decir que endeudarse, tiene un efecto palanca, de manera que un pequeño aumento de capital invertido mediante fondos prestados, puede provocar un efecto proporcional en los beneficios. En otras palabras, la situación ideal para una compañía es no tener mucha deuda que impida el crecimiento, ni poca, que conlleve apalancarse.

Interpretación del ratio de endeudamiento

Los resultados que arroja la fórmula deben ser interpretados como es debido. De una correcta interpretación depende que se conozca y comprenda el nivel de riesgo que presenta la empresa. Por lo general, se aceptan ciertos rangos como saludables, como ya hemos podido comprobar, aunque varían en función de la industria o el contexto económico de la empresa.

De manera que si el resultado del cálculo es inferior a uno, quiere decir que la empresa dispone de más activos que deudas, lo que implica estabilidad financiera. La empresa en cuestión, dispone del respaldo suficiente de activos para cubrir las deudas en caso necesario.

En el caso de que el ratio sea igual a uno, el nivel de deuda es igual que el nivel de activos. Esto puede representar un punto de equilibrio, pero hay que ser cautos, puesto que puede ser una advertencia. Si los activos de la empresa pierden valor, la misma podría no ser capaz de cubrir sus deudas.

Si el resultado del cálculo supera al uno, las deudas superan el valor de los activos. Esto puede ser un riesgo, puesto que la empresa depende en gran medida de financiación externa, por lo que cualquier contratiempo a nivel financiero, puede suponer dificultades en el pago de las deudas.

Cuando se produce esta situación, contar con un ratio de endeudamiento superior a uno, es una clara señal de alerta, puesto que indica que la empresa cuenta con una deuda mayor a la que sus activos pueden respaldar. Esto puede conllevar problemas graves, en el caso de que se produzcan dificultades a la hora de generar ingresos que permitan cubrir los pagos.

Por lo que un ratio de endeudamiento elevado puede llevar a las siguientes situaciones:

  • Dificultad para obtener financiación. Si los posibles acreedores ven que la empresa tiene una carga alta de deuda, pueden mostrarse reticentes a conceder nuevos préstamos, o hacerlo en condiciones menos favorables, como intereses más altos.
  • Riesgo de insolvencia. Cuando una empresa no es capaz de generar ingresos suficientes para cumplir con sus pagos, puede enfrentarse a la insolvencia e incluso, la quiebra.
  • Pérdida de confianza de los inversionistas. Cuando el ratio de endeudamiento es alto, puede asustar a los inversores que pueden considerar la empresa, como inversión de riesgo, lo que afecta el valor de las acciones y dificulta la obtención de capital.

Aunque como ya hemos dejado ver, la deuda no siempre es mala. De hecho, son muchas las empresas de éxito que utilizan la deuda como una estrategia para crecer. El problema surge en el momento que el nivel de endeudamiento se torna excesivo, en relación con los activos y la capacidad de la empresa para obtener ingresos.

Los aspectos que indican que el nivel de endeudamiento es malo son los siguientes:

  • No se puede pagar fácilmente. Los ingresos no son suficientes para cubrir los pagos.
  • El costo de la deuda es alto. Los intereses son demasiado altos y se comen parte significativa de los ingresos, afectando a la rentabilidad.
  • Afecta a la capacidad de inversión. Demasiada deuda puede limitar la capacidad de la empresa para reinvertir, deteniendo su crecimiento.
  • Se compromete el flujo de caja. La deuda es tan grande que la mayor parte del flujo de caja se destina a su pago y dificulta cubrir otros gastos operativos o los imprevistos.

Con todo lo expuesto, podemos concluir que el ratio de endeudamiento es una herramienta esencial en diversos aspectos. Tanto a la hora de conocer el estado de salud financiero de una empresa, como a la hora de tomar decisiones estratégicas para la economía de la empresa. En resumen, tener deuda es bueno hasta cierto punto, siempre y cuando la misma, no impida cumplir con las obligaciones financieras de la empresa.