El arte de las cajas de cartón

shutterstock_1503781079 (1)

Las cajas de cartón son uno de los objetos con mayor presencia en la vida diaria del hombre. A causa de su bajo precio, su resistencia y su eficacia, las cajas de cartón son empleadas para el embalaje de casi todo tipo de materiales –alimentación, textil, objetos de decoración, libros, papelería,…-. Sin embargo, dado que su vida útil no es demasiado extensa, ni su presencia física demasiado elaborada, este tipo de envases suele desecharse con facilidad. Conviene entonces depositarlos en sus respectivos contenedores de papel y cartón para su posterior reciclaje, pero al mismo tiempo, si se posee una mente despierta e imaginativa y unas manos habilidosas, uno puede adentrarse en el mundo de las manualidades y la fabricación con cajas de cartón. Un universo lleno de recursos y posibilidades. Aquí van unos cuantos ejemplos.

Uno de los más sencillos consiste en, simplemente, reutilizar una caja de cartón como envoltorio ideal para un regalo. Es decir, convertir a una sencilla caja de cartón en un regalo en sí mismo. Solo basta con conservarla en perfecto estado de uso y agregarla en su cubierta una decoración apropiada a los gustos del beneficiario. Se puede recortar el nombre del homenajeado en un papel decorativo y pegarlo a la tapa con cuidado. Más tarde, se puede añadir también algunos motivos ornamentales como conchas marinas, abalorios de colores u objetos de pequeño tamaño que sugieran con inspiración y simpatía el contenido del interior.

El mismo sentido, aunque con una aplicación más particular, tendría la operación de convertir una caja de cartón en un recipiente resistente, duradero y sobre todo ligero para el transporte de útiles, herramientas y objetos en el coche, como la compra del supermercado, material de picnic y excursiones campestres, etcétera. Un simple retal de tela tejana es lo suficientemente gruesa y fuerte y a la vez elegante y ligera, como para ofrecer el forro ideal de la caja de cartón. Nada más sencillo que cortar la tela con las dimensiones y la forma adecuada y aplicarla sobre la caja con cola blanca para conseguir este cómodo y bonito embalaje.

Un poco más de dificultad aunque sin embargo asequible es la construcción de una mansión artesanal para muñecos playmobil. Tan solo se requiere un par de cajas de cartón, de zapatos o galletas, pongamos por caso, siempre que encajen bien. Una de ellas servirá de planta de la casa y la otra de tejado. Por tanto, ésta segunda irá acostada en el interior de la primera y su cara superior deberá ser recortada y levantada para, después, doblarla y modificarla con el objetivo de que conferirle una forma triangular que, no obstante, deje todavía cierto en la caja de base para que en ella se pueda formar una especie de terracita al sol. Ambas se adhieren con cola y se pintan del color que se desee para ocultar los dibujos preexistentes en las cajas.  Se aplica así esta capa de color a lo que sería el exterior de la casa, mientras que el interior y el tejado se recubren de papel estampado o de decoración. El suelo también puede recubrirse con papel, aunque la elección en este caso de un diseño más discreto en comparación con la fantasía de las paredes y el tejado contribuirá al realismo final de la pieza. Una vez que se ha secado la cola, se puede reforzar aquellas partes más endebles con cinta adhesiva. Ya solo quedaría mudar en ella a sus pequeños habitantes.

Otra opción muy práctica son los organizadores de ropa, para los cuales se requiere cajas de cartón de idéntico formato, ya que servirán para conformar los sucesivos cajones de la estructura. Su número queda en función de las necesidades del artista. El proceso consiste en apilar las cajas una encima de la otra y fijarlas de manera segura por medio de la cinta adhesiva o una cola resistente. En aquella que vaya a quedar en la parte superior de la vertical se inserta un gancho o una caja por medio de un par de perforaciones. Será de ahí de donde se cuelgue el organizador, enganchado a un saliente de la habitación, a la barra del armario o donde desee el usuario. La decoración también queda depositada en la sensibilidad del creador. Una técnica sencilla y vistosa es aplicar una base de pintura blanca al cartón, sobre la que se colocarán servilletas para decoupage o tela estampada.