El tamaño sí importa en los dispositivos tecnológicos

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Los momentos de ocio son los que terminan determinando cuál es nuestro grado de felicidad en esta vida. Si son bastantes y se caracterizan por cumplir con nuestras expectativas, está claro que tendremos muchas más posibilidades de afrontar la vida con una sonrisa que si la situación fuera al revés. No es de extrañar, por tanto, que todo el mundo intente afrontar esos momentos de ocio con la mayor garantía de disfrute posible. Si no fuera así, ¿qué motivación tendríamos a lo largo de nuestros momentos de trabajo? La vida es incomprensible sin ocio y así será siempre.

¿Cómo podemos disfrutar y sacar el máximo rédito posible a nuestros momentos de ocio? Todo depende de nuestros gustos. Si nos gusta el deporte, siempre podemos comprar una bicicleta. Si nos gusta leer, tendremos que estar atentos y atentas a las novedades de nuestro autor o autora preferida para comprar su último libro. Si, por el contrario, nos gusta la tranquilidad del hogar y el entretenimiento que nos proporcionan determinados programas de televisión, está claro que un televisor siempre será la mejor de las alternativas para sacar provecho de esos momentos que el trabajo nos deja libres, para nosotros y nosotras mismas.

Según una noticia que fue publicada en el diario Dircomfidencial, los españoles pasaban un total de 8 horas al día delante de una pantalla. La mitad de todas ellas, 4, se producían ante el televisor, el último de los aparatos de los que hablábamos en el párrafo anterior. Las demás, ante ordenadores, móviles o tablets. Ni que decir tiene que cada una de ellas juega un papel importante en lo que tiene que ver con el desarrollo del tiempo de ocio en las personas. Teniendo en cuenta la importancia que se le da al contenido audiovisual a día de hoy, no tener a mano ninguno de estos aparatos es sinónimo de haber desperdiciado una oportunidad de entretenimiento brutal.

Aunque defendemos el uso de todos los dispositivos tecnológicos que puedan permitirnos sacar partido a cada segundo de ocio, siempre hemos sido partidarios de dispositivos de un tamaño considerable. Y eso es lo que nos ha permitido defender la presencia, más que nunca, de los televisores en nuestro hogar, máxime cuando ahora podemos contar con aplicaciones que nos permiten seleccionar qué queremos ver a la carta. En Megahogar también nos han indicado que el tamaño es cada vez más tenido en cuenta por la gente de a pie, que prefiere ver Netflix, DAZN o cualquier otra aplicación en la televisión que en cualquier otro dispositivo más pequeño.

Y es que nos parece lógico que así sea. Imaginaos que nos gusta el fútbol y tenemos la opción de elegir con qué dispositivo lo queremos ver: ordenador o televisión. Si lo vemos en el primero, seguro que hay detalles del partido que se nos van a pasar por alto. Si, por el contrario, nos decantamos por la televisión, y por una buena televisión, vamos a vivir una experiencia que vamos a querer repetir cada fin de semana. Eso es exactamente lo que está sucediendo y eso es lo que explica que la demanda de televisores siga creciendo con el paso de los años tanto en España como en otros lugares del mundo.

La pandemia también ha influido

El hecho de que viviéramos una pandemia que nos obligó a no salir de casa en varios meses hizo que aumentara la importancia que le otorgáramos a nuestro tiempo de ocio en casa y, más en concreto, a nuestra televisión. 2020, no en vano, fue un año en el que no paró de crecer la demanda de televisores, extendiéndose esas tendencias todavía hasta el momento en el que nos encontramos.

Es cierto que hay aparatos más versátiles (el ordenador nos permite trabajar con documentos, así como para ver series y películas), pero la televisión es más grande y nos permite ver con mayor comodidad esa película, serie o partido del que queramos disfrutar. Y decimos que el tamaño importa también por el hecho de que, cuanto más grande es el soporte en el que vemos una producción audiovisual determinada, menor es el grado en el que forzamos nuestra vista.

Los televisores han formado parte de nuestra vida y lo van a seguir haciendo tanto en un futuro a corto plazo como también a largo plazo. Se trata de uno de los grandes inventos del siglo XX que, sabiéndose adaptar a las nuevas demandas del siglo XXI, ha conseguido que nadie lo saque de su hogar. Los momentos de ocio que nos presta un aparato como este no tienen precio y así va a seguir siendo. Algunos de los mejores momentos de la vida podemos vivirlos ante un televisor… y disfrutarlos es algo que nos corresponde a todas las personas que formamos parte de la sociedad.