Al acabar mis estudios de Psicología una de las áreas que más me interesaba era la de Neurociencia y tenía todo planeado para especializarme en esta área. Si bien, la vida siempre termina demostrándonos que lo de hacer planes está muy bien pero que no siempre acabamos haciendo aquello que habíamos planeado.
De hecho, aunque tenía todo preparado para estudiar una especialización en esta fascinante área, mi madre empezó a padecer extraños ataques de ansiedad y empecé a interesarme por este tipo de trastorno y cómo tratarlo.
De entra las diferentes técnicas de relajación, me sorprendió lo interesante que me pareció la hipnosis, una técnica, por otra parte, en la que no había profundizado nunca.
Decidí leer un poco sobre el tema, compré un libro de Héctor Gonzáles titulado, “La Hipnosis: mitos y realidades” de Ediciones Aljibe. El libro aborda tópicos asociados a esta técnica que suelen ser objeto de preocupación y debate entre el público. Preguntas como si la hipnosis es un estado alterado de conciencia, si son necesarias aptitudes especiales o si el hipnotizado pierde el control sobre su comportamiento, todas ellas planteadas en profundidad en el libro.
Además, responde al por qué, cómo y cuándo utilizar la hipnosis y expone en detalle los aspectos psicológicos necesarios para llevar a cabo una buena sesión de hipnosis, subrayando que el resultado final es producto de un trabajo en equipo entre terapeuta y paciente.
Los Enormes Beneficios de la Relajación Profunda para nuestra Salud
Ejercicios de relajación, meditación y auto-hipnosis. En estrés permanente, al igual que la tristeza y los pensamientos negativos terminan por afectar nuestro cuerpo de muchas maneras.
Con una relajación profunda le damos a nuestro cuerpo la oportunidad de recuperarse. El cuerpo tiene una increíble capacidad de auto-curación, lo único que necesita es la oportunidad de hacerlo al controlar, en la medida de nuestras posibilidades, los estados mentales negativos.
Auto-hipnosis, meditación profunda o cualquier técnica que se adapte mejor a cada uno de nosotros con el fin último de relajar así cuerpo-mente o sencillamente para dormir.
Se trata de técnicas que no necesitan más que un espacio y tiempo en el que no ser interrumpido. Podemos acompañar estos ejercicios de música relajante o para meditar y cualquier otra cosa que nos ayude a relajarnos como velas o incienso para hacer más agradable la práctica.
Este tipo de técnicas incrementan nuestra capacidad para vivir en el momento y centrar la atención en cada instante que vivimos.
Muchos estudios e investigadores han llegado a la conclusión de que las sesiones de hipnosis ayudan a conciliar mejor el sueño, desertarnos menos durante la noche y a tener sueños más plácidos.
Después de una sesión de hipnosis para dormir mejor se ha demostrado que los que han recibido una sesión sienten que su sueño es mucho más reparador que de costumbre, así como la actividad de ondas cerebrales que demuestran que nuestro sueño es más profundo.
Es decir, pasamos más rato en la fase SOL (sueño de ondas lentas), también conocido como el nombre de “sueño delta”. Esta fase del sueño es la más reparadora de todas, nuestro cerebro descansa mejor de todo lo vivido durante el día.
Al dormir profundamente nuestro sueño no es tan superficial y no nos despertamos tan a menudo a media noche. Nos dormimos más rápido, ya que las palabras, la hipnosis sugestiva hacen que no pensemos en preocupaciones y que nos relajemos finalmente.
La hipnosis resultó ser la técnica más adecuada para ayudar a mi madre que no tardó en recuperarse aplicando sencillas técnicas de hipnosis y relajación con meditación profunda.
De este modo, terminé dirigiéndome por un área muy diferente, si bien igualmente fascinante y hoy en día, sin duda, muy necesaria.