Hace no tanto tiempo, muchos fabricantes tenían en plantilla representantes de comercio que colocaban los productos en el mercado. Pasaban la jornada laboral en la carretera visitando clientes y captando a nuevos compradores, con frecuencia ni ellos mismos eran conscientes del tiempo que se dedicaban a trabajar. Hoy en día, modalidades como el teletrabajo han hecho que la actividad laboral fuera de las instalaciones de la empresa sea menos inusual, obligando a llevar un cierto control sobre él.
El desarrollo de la producción ha creado un abanico variopinto de condiciones laborales. Ya no es normal que todo el mundo trabaje de 9 a 5 en una oficina o de 8 a 4 en una fábrica. Hay jornadas partidas, jornadas intensivas, jornadas concentradas en un fin de semana, turnos rotativos de trabajo, jornadas de mañana, jornadas de tarde, trabajos nocturnos, e incluso gente que trabaja fuera del centro físico de trabajo. La legislación laboral y mantener un cierto orden ha llevado a las empresas a contabilizar con claridad ese tiempo.
Como nos aclara Legálitas, según la directiva europea, el tiempo de trabajo es todo aquel en el que el trabajador está a disposición de la empresa. Existe una cantidad de trabajos donde el grueso central de la actividad no se realiza en un centro concreto. La jurisprudencia ha dictaminado que el tiempo de desplazamiento en un vehículo de la empresa, para realizar una actividad, o prestar un servicio en un domicilio o en otra ubicación geográfica, es considerado tiempo de trabajo. Esto hace referencia a los comerciales que visitan a un cliente, los técnicos de mantenimiento que van a atender una avería o a los mensajeros que van a entregar un paquete. La propia jurisdicción europea habla de empresas sin centro de trabajo fijo o habitual, y contabiliza el inicio de la jornada laboral en el momento en el que el trabajador inicia la actividad.
Trabajos fuera de la oficina.
Algunos de los trabajos que por su naturaleza se realizan fuera del centro de trabajo son:
- Ventas. La actividad comercial requiere un contacto con el comprador. Si bien se viene desarrollando últimamente la venta telefónica y la venta por internet, tradicionalmente se ha realizado en puntos de venta físicos (tiendas) o mediante un equipo de comerciales que visitaban a los clientes.
La figura del comercial es un elemento controvertido en la legislación laboral. Muchos de ellos ni siquiera están sujetos a un contrato de trabajo, tienen un contrato mercantil. Otros son un híbrido, como los representantes de comercio, una mezcla entre personal laboral y por cuenta propia, y otros están en plantilla recibiendo la parte más significativa de sus ingresos por medio de comisiones o pluses.
En España, la costumbre es que el comercial ficha en una oficina, donde entrega los contratos del día anterior y recibe el parte de visitas o la planificación de la jornada. Aprovecha ese tiempo para prepararse el trabajo, rellenar documentación, redactar informes o participar en reuniones de trabajo.
Hay circunstancias donde ir a fichar a la oficina se vuelve inoperativo. Puede ser por desplazamiento geográfico inusual, carga de trabajo o por la hora fijada para la primera visita. En estos casos, la jornada laboral se inicia en el momento en el que el trabajador se entrevista con el cliente.
- Teletrabajo. El confinamiento del COVID-19 generalizó esta modalidad laboral, por la cual el trabajador realizaba la actividad en su domicilio manteniendo el contacto por vía telemática con la empresa. Durante los primeros meses de la pandemia, un 17% de los trabajadores españoles teletrabajaban. En la actualidad, muchas empresas ofrecen aparte de su plantilla realizar una parte del trabajo en casa, ahorrando con ello costes y optimizando las instalaciones. Según Nueva Tribuna, 1,7 millones de trabajadores teletrabajan. La mayoría en Madrid y Cataluña. Una parte de ellos varios días por semana, otros lo hacen ocasionalmente.
El teletrabajo facilita la conciliación entre la vida laboral y familiar. El trabajador, sin desatender a sus responsabilidades laborales, organiza la jornada aprovechando mejor el tiempo. Es más cómodo para él, no tiene que desplazarse a ningún sitio y cuenta con las ventajas que le ofrece su propio hogar. A la empresa le supone una reducción de costes.
El teletrabajo requiere una mayor comunicación entre la empresa y el trabajador.
Algunas empresas valoran que es menos productivo que tener concentrada a la plantilla en un mismo lugar, hay una menor disciplina, por eso optan en que varios días por semana la actividad se realice presencialmente.
El problema de la rentabilidad se ha resuelto instaurando el trabajo por objetivos y fijando etapas de entrega de las tareas, primando este aspecto sobre las horas declaradas de trabajo.
- Servicios domiciliarios. En esta categoría se incluyen una gran cantidad de trabajos que se realizan en el domicilio del cliente. Desde servicios asistenciales a personas enfermas, mayores o niños, hasta reparaciones o labores de mantenimientos posventa. Tradicionalmente, este tipo de actividades se ha venido realizando a través de trabajadores autónomos, si bien, en los últimos años, proliferan las agencias que las gestionan, dotándose de una plantilla de trabajadores, y otras empresas que realizan estos servicios para mejorar la atención al cliente.
El funcionamiento habitual viene a ser el mismo que el de los comerciales. Fichan en un centro de trabajo al empezar y terminar la jornada laboral, recogiendo el parte de trabajo del día, los útiles y herramientas, y el vehículo de la empresa cuando sea necesario. En determinadas ocasiones, la jornada laboral comienza en el domicilio del cliente.
Registro digital del tiempo de trabajo.
Controlar el tiempo que los trabajadores trabajaban fuera de las instalaciones siempre ha supuesto un problema para las empresas. Con la aprobación del Real Decreto Ley 8/2019 en marzo del 2019, que obliga a que todas las empresas que operan en España a llevar un registro personalizado de la jornada laboral de sus trabajadores, se han desarrollado una serie de soluciones informáticas para poder llevarlo a cabo siguiendo los criterios que marca la ley.
Se trata de software y programas informáticos mediante los cuales el trabajador ficha a la entrada y salida del trabajo. Especialmente interesantes son las aplicaciones informáticas que el trabajador se descarga en su móvil u ordenador, conectadas a una página de la empresa, y desde la cual el trabajador puede fichar desde cualquier sitio, siempre que tenga acceso a wifi. Timenet, una de estas aplicaciones, asegura que gracias a estas herramientas nunca ha sido tan sencillo registrar el tiempo de trabajo.
Con estas aplicaciones el trabajador ficha desde su móvil. En tiempo real aparece en el portal de la empresa desde qué dispositivo ha fichado y su localización. La información se incorpora a su registro mensual de jornada laboral. La empresa lo podrá imprimir en cualquier momento en el que se lo solicite inspección de trabajo.
Estas aplicaciones han desarrollado un sistema de mensajería interno bastante efectivo. El trabajador puede informar cuando ha terminado su tarea y el resultado de la misma. El mensaje aparece instantáneamente en la página de la empresa. Esto permite controlar el tiempo que ha costado realizar el encargo, bien se haya efectuado por teletrabajo o en una visita domiciliaria, y calcular los tiempos perdidos entre tareas.
Con estas herramientas informáticas, la empresa puede asignar tareas o transmitir instrucciones. El trabajador puede informar sobre cualquier duda o problema que le haya surgido. Algunas de estas aplicaciones contienen hojas de gastos, por las que el trabajador notifica los tickets de las compras o imprevistos durante la jornada laboral y la empresa lleva un control de los gastos asociados a sus proyectos.
Al poderse enviar toda la información desde el móvil del trabajador y aparecer registrada instantáneamente en el portal de la empresa, se ha demostrado que es más efectivo y rápido que los mensajes por e-mail o por whatsapp. Realizar todas las comunicaciones entre la empresa y los trabajadores desde una misma plataforma ha demostrado ser un mecanismo de dirección muy efectivo.
Este sistema tiene sus ventajas para el trabajador. No solo por su comodidad para utilizarlo, sino que como toda comunicación queda registrada, puede demostrar las horas que ha estado trabajando y lo que le ha costado realizar cada tarea. Hay una constancia de que ha cumplido la planificación, lo cual es útil a la hora de despejar malentendidos.
A la empresa le permite dirigir todo el trabajo que se realiza fuera de sus instalaciones. Ya no solo por cada trabajador, estos programas elaboran informes y gráficos que permiten observar la evolución de los proyectos y cómo se va resolviendo la carga de tareas. Puede asignar funciones a los trabajadores, aunque estén teletrabajando en su casa o atendiendo visitas domiciliarias. Permite resolver tareas de última hora con una gran rapidez.
El mundo del trabajo es dinámico y evoluciona continuamente. Aparecen nuevas formas de trabajar, que no implican que el trabajador pase las 8 horas de la jornada laboral en una oficina, una fábrica o un taller, ni que lo haga durante toda la semana. Estas soluciones informáticas permiten controlar y dirigir el trabajo que se realiza fuera de las instalaciones de la empresa.