Nuestra empresa de informática necesitaba firmar un acuerdo y tras un viaje a Shenzhen (China), quedamos en vernos en Barcelona. Aquel acuerdo hubo traductor allí, pero quedamos en cerrar el acuerdo aquí cuando vieran que era exactamente lo que necesitábamos. Como es lógico, a la hora de cerrar este tipo de tratos, la traducción es un herramienta fundamental para la comunicación y tener la constancia de que se ha entendido todo. Los errores en este sentido pueden tener consecuencias gravísimas que pueden derivar en un mal acuerdo o en pérdidas importantes, por lo que ahorrar e intentar cerrarlo todo deprisa y corriendo es un error a evitar.
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